¿ALIENS O DEMONIOS? (y III)
Por Gabriel Wüldenmar Ortiz

En
efecto, hay numerosos rasgos que afectan a abducidos y contactados que sugieren
un contacto que nada tiene que ver con verdaderos alienígenas sino con
demonios. Todos los elementos que citamos son reportados por muchas personas
que no se conocen entre sí y que no conocen los testimonios de los demás, pero
coinciden admirablemente previamente desestimados, por supuesto, los casos de trastornos
mentales y fraudes).
Como
los demonios tradicionales, los falsos “aliens” alteran en sus víctimas las
percepciones del entorno, pueden controlar sus mentes y percepciones tomando
cualquier apariencia y forma, por grotesca que sea. Literalmente pueden poseer
a las personas, es decir, sustituir sus mentes por las suyas y controlar sus
cuerpos y mentes para usarlos a su conveniencia. Como los demonios, los
pseudo-aliens pueden estar presentes de forma invisible alrededor de sus
víctimas y hacerse parcialmente visibles.
Además,
carentes de cualquier forma de ética, imprimen marcas, producen heridas,
arañazos de garras, golpes, moratones, burdas lesiones y procedimientos
terriblemente dolorosos, completamente innecesarios y absurdos desde el punto
de vista clínico-científico y desde el punto de vista de una tecnología
avanzada. Sus víctimas son niños, mujeres y, en general, personas indefensas. Causan
daños ginecológicos graves, enfermedades desconocidas y muertes inexplicables. La
mayoría de los supuestos “implantes” no ha revelado una tecnología avanzada y
estos objetos tienen paralelos con los “daños” (objetos aportados) implantados
en el interior del cuerpo, presentes en los casos de espiritismo y posesión
diabólica.
Por
otra parte, producen traumas emocionales, miedo, temor, indefensión, engaño, degeneración
del bienestar mental, social y espiritual, caída en adicciones, desórdenes
comportamentales, promiscuidad, obsesiones, y destrucción de la vida personal y
social (naturalmente, en teoría, esto podría producirlo también un trauma
causado por una verdadera interacción con alienígenas). Es notable la obsesión
de estos “seres” por la sexualidad inapropiada (con niños, con desconocidos,
por la fuerza, tomando los alienígenas el aspecto de el consorte difunto, de
figuras religiosas, de personajes, etc.), y por causar dolor (seres horribles
que realizan torturas, mutilaciones, despellejamientos, y amenazas de todo eso
para los que no cooperen) en procedimientos completamente innecesarios,
impuestos, reiterativos e inexplicados. Otras veces sumergen a las personas en
un estado de falsa felicidad, pero la dejan mentalmente alienada, confusa, distante,
perdida en sensaciones o experiencias y obsesionada con doctrinas
extravagantes.
Por otro lado, está la doctrina que imparten estos
seres, que está creando una verdadera mitología-religión moderna completamente
fundamentalista y acrítica en ciertos sectores “newagers”. Según esta doctrina,
estos supuestos alienígenas son nuestros creadores, dioses que controlan el
mundo, ellos nos guiarán en el próximo paso evolutivo espiritual cósmico (son
los maestros). Afirman que Jesucristo era uno entre tantos otros líderes
religiosos o jerarquías cósmicas, y que estos líderes estaban controlados por
ellos o eran los propios alienígenas. Enseñan el neopaganismo, ocultismo y
metafísica new age, el abandono del cristianismo, el panteísmo, el relativismo
moral, el pseudo-orientalismo, etc.
Es muy
significativo que muchas personas afectadas por estas experiencias han deseado
convertirse en contactados o abducidos, han estado involucrados en actividades
New Age, espiritistas u ocultistas. Estos son los mismos caminos que
tradicionalmente abren las puertas a la influencia y posesión diabólicas. Quizá
sea significativo también que el retrato de uno de los demonios-guia del
satanista Crowley, llamado “Lam” (1913, en la imagen adjunta), es virtualmente idéntico a un
alienígena típico macrocéfalo “gris” de los que supuestamente abducen y
torturan hoy.
Pero
lo decisivo es que miles de personas (el ufólogo del MUFON, Joe Jordan ha
recogido y documentado unos 4.000 casos en 10 años, cfr. www.CE4Research.com y http://www.youtube.com/watch?v=dqTnqiuph4I&feature=channel&list=UL
y ss.) que aseguran (dato conocido y ocultado – por temor al ridículo - por
numerosos e independientes ufólogos) que la invocación del Nombre de Jesucristo
es capaz de detener estas experiencias malignas, hacerlas adquirir su verdadero
y horrendo rostro (sin la máscara alienígena) y, finalmente (cuando la persona
se entrega a Cristo y abandona el ocultismo), librarlos para siempre de las
mismas, cambiando completamente sus vidas hacia la liberación y la salud mental
y física. Virtualmente es el único elemento, de cualquier tipo, capaz de
detener estas experiencias, lo que habla claro de su origen.
(Más información en:http://lacasadelasabiduria.com/obras.php)
(Más información en:http://lacasadelasabiduria.com/obras.php)
Buenos dias.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con ud.
He sido ufólogo, espiritista y hipnólogo más de 25 años y recientemente abandoné todo al darme cuenta que estas cosas están envueltas en la NICROMANCIA.
Un fraternal abrazo en Cristo.