domingo, 24 de octubre de 2010

LOS SECRETOS DEL INFINITO


LOS SECRETOS DEL INFINITO: nueva prueba metafísica de la existencia de Dios
por Gabriel Wüldenmar Ortiz

El materialismo nos dice que no nos preguntemos qué hay más allá del universo, porque la pregunta carece de sentido. Pero el universo es algo material y todo lo material tiene por antecedente una causa, que antecede al efecto, así que es lícito preguntarnos por ella. ¿Qué hay, pues, más allá del universo?

A) ¿Un espacio-tiempo sin final? Lo que hay “fuera” del universo no puede ser más espacio por dos razones:

1) según la ciencia, el espacio nace con el universo material y acaba con él, y

2) el espacio es, por definición, un lugar que puede ser ocupado por un cuerpo (sin que importe si ahora hay o no algún cuerpo ocupándolo); un espacio infinito sería susceptible de ser ocupado por un cuerpo infinito. Ahora bien, un cuerpo infinito es algo imposible porque precisamente los cuerpos se definen (=”tienen fines”) delimitando la realidad, separando lo que son de lo que no son. Y no sólo es un problema del humano “saber definir”, sino un problema objetivo, ya que cualquier cosa que existe lo es en función de sus límites; si pensamos en un objeto cualquiera lo básico para que exista son los límites que lo definen y separan del resto circundante; por tanto, todo lo que existe es dentro de unos límites y existe gracias a ellos.

B) Lo que hay “después/antes” del universo tampoco puede ser un tiempo sin final, porque 1) según la ciencia, el tiempo nace con el universo material y muere con él, y 2) el tiempo eterno, por definición, es un momento que puede ser ocupado por un suceso eterno. Ahora bien, un suceso eterno es algo imposible porque precisamente los sucesos se definen (= “tienen límites”) delimitando la realidad, separando lo que son cuando ocurren de cuando no ocurren. Y no sólo es un problema del humano “saber definir”, sino un problema objetivo, ya que cualquier suceso que ocurre, ocurre en función de sus límites; si pensamos en un suceso cualquiera, lo básico para que ocurra son los límites que lo definen y separan del resto de lo que ocurre o podría ocurrir; por tanto, todo lo que ocurre es dentro de unos límites y existe gracias a ellos.

C) ¿Puede que más allá sólo exista la nada? No, no es posible porque la nada no puede existir, ya que por definición no es nada. Si existiera, sería algo, ya no sería nada, si fuera un inmenso espacio absolutamente vacío, ya sería algo (espacio; estaríamos en el caso A); si fuera un tiempo infinitamente infértil ya sería algo (tiempo; estaríamos en el caso B). Además no tendría sentido (ni causal - ¿por qué existe algo en vez de nada? - ni estructural - ¿por qué lo que es, es como es?-) que no existiendo nada, existiese en medio de nada algo (el universo). Si nada existiera desde siempre, nada existirá en cualquier momento posterior, ya que de nada no puede salir algo; la nada no puede causar más que nada, es completamente infértil por definición.

D) Si no puede ser ni un espacio infinito (A) ni un tiempo eterno (B) ni la nada (C), entonces debe existir algo, “algún ser” infinito y eterno. Infinito no significa (que ocupa) un espacio muy, muy, muy... grande, sino que es a-espacial (carece de espacio), de lo contrario caeríamos en la imposibilidad de “A”. Eterno no significa (que existe durante) un tiempo muy, muy, muy largo, sino que es a-temporal (carece de tiempo), de lo contrario caeríamos en la imposibilidad de “B”.
Además, la adimensionalidad de lo infinito/eterno es fácil de demostrar. Sea el conjunto de número naturales (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8...n, hasta el infinito).

Sea también el conjunto de sus cuadrados (1, 4, 9, 16, 25, 36, 49, 64... n2 hasta el infinito). Aunque ambos conjuntos o series son infinitos (siempre puede imaginarse un número mayor o un cuadrado mayor a cualquier número o cuadrado dado) parece evidente que tiene que haber más números en la primera serie que en la segunda pues esta última está reservada para los cuadrados y la primera admite cualquier número. Tendríamos pues un infinito más grande que otro infinito, lo que es absurdo porque todo infinito es tan infinito como cualquier infinito y, para colmo, no puede existir más que un infinito porque si hubiera varios ninguno sería infinito ya que cada uno tendría límites con los demás. Esto implica que los conceptos de “mayor” o “menor” e igual no son aplicables cuando se habla de infinito, como confirmará siglos mas tarde el matemático Georg Cantor.

Sabiendo, explica Cantor, que hay infinitos puntos en un segmento (los puntos carecen de dimensión y por tanto de tamaño) se concluye que en un segmento hay el mismo número de puntos que en otro aunque difieran de longitud, ya que, como puede demostrarse geométricamente, cada punto de un segmento tiene un punto-imagen en el otro, por mucho que difieran en longitud, lo que prueba que ambos tienen el mismo número de puntos. Si con cualquier segmento de puntos infinitos, se construye un cuadrado, se demuestra que esta última figura tiene también puntos infinitos, igual que en cualquiera de los segmentos que forman sus lados. Si de la 2D pasamos a 3D y construimos un cubo, pasa exactamente igual, resulta que éste también contiene el mismo número de puntos: infinito. Por tanto, queda demostrado que en un segmento, por pequeño que sea, hay tantos puntos como en todo el universo. En el interior de lo infinitamente pequeño está lo infinitamente grande.

Así pues lo infinito/eterno es adimensional. Si lo que hay “más allá” del cosmos es a-espacial y a-temporal, será “adimensional” y por ello forzosamente debe ser inmaterial, espiritual, mera relación o significado, porque todo lo material es necesariamente espacio-temporal, no puede haber algo adimensional que sea a la vez material. En efecto, si no puede ser A ni B no puede ser material y si no puede ser C no puede ser no-existente, por tanto será un ser exístete pero infinito y eterno. Ese ser inmaterial, eterno e infinito, que tendría que ser inteligente para ser causa adecuada para el universo, es lo que llamamos Dios.

Ahora bien, ese ser infinito/eterno ¿existe objetivamente o es el resultado del pensamiento humano al negar la idea de “límite”, obtenida por abstracción de la observación de los cuerpos y los sucesos? El infinito/eterno es lo que no acaba nunca en ninguna parte, las matemáticas (números, valores de aproximación a límites, etc.) y la geometría (definición de recta o de paralelas, ejes de simetría de una circunferencia o esfera, cuadratura del círculo imposible de alcanzar salvo con un polígono de infinitos lados, etc.) son la mejor prueba de que existe. Matemáticamente se define como el valor mayor que cualquier cantidad asignable o imaginable por grande que sea. Eso quiere decir, en la práctica, que uno podría estar contando y no acabaría nunca pues siempre hay un número mayor posible a cualquiera imaginado. Pero eso no lo podemos comprobar ya que no hay vida humana ni vida de toda la humanidad ni duración de todo el universo que sean suficientemente grandes para comprobarlo contando hasta el infinito, así que tenemos que creerlo y ya está. No hace falta que alguien lo haga, basta con saber que se puede hacer. Que nadie pueda hacer (demostrar) una cosa no significa que no pueda existir y deba existir.

Pero se trata de algo más que de una mera creencia, se trata de una verdad matemática clara y distinta que siempre se puede imaginar un número mayor a otro cualquiera por grande que sea este último, ya que sabemos que por grande que sea un número siempre le podremos sumar otro mayor, da igual que nadie lo haga. Si no podemos hacerlo no es porque no exista sino porque desde nuestra finitud no podríamos hacerlo o alcanzarlo, pero existe necesariamente. Decir que lo infinito existe (infinito real) simplemente porque puede (infinito potencial) y debe necesariamente (infinito racional) existir, supone por tanto aceptar que el infinito es algo que existe objetivamente, es decir, independientemente de nosotros. En ese nivel, los tres tipos de infinito se identifican, y es lo que llamamos Dios.

Esto tiene importantes consecuencias:

1) He aquí algo indudablemente verdadero aunque no sea demostrable-verificable por la experiencia, lo que desmonta y deja en mal lugar el positivismo materialista.

2) Esto justifica el salto de lo ideal a lo existente en la realidad que hace el argumento ontológico de la existencia de Dios.

3) Esto apoya el teorema de Gödel sobre la existencia necesaria de lo indemostrable en cualquier sistema. 4) El argumento señala la existencia de Dios como trascendente al universo, lo que deja en mal lugar los planteamientos panteístas y new age. 5)Esto constituye un nuevo argumento en favor de la existencia de Dios, hasta ahora desconocido por la filosofía.

Gabriel Wüldenmar Ortiz.

(Más información en:http://lacasadelasabiduria.com/obras.php)