miércoles, 6 de enero de 2021

¿CONSPIRACIONES REALES O CONSPIRANOIA?

¿CONSPIRACIONES REALES O CONSPIRANOIA? (por Gabriel Wüldenmar Ortiz)


Estamos en un mundo de cambios, cada vez más incierto y extraño, en una sociedad anómica donde las religiones ya no se consideran, para muchos, puntos de referencia y seguridad espiritual y moral, así que la gente, que necesita esos puntos de referencia para entender la realidad,  simplemente fabrica nuevas religiones (muy oportunamente basadas en una versión cosmo-tecnológica de la realidad, como el culto a anunakis, reptilianos, etc.) y teorías de la conspiración que nos den referencias para entender lo que está pasando y hacia dónde vamos, que divide el mundo de manera clara y distinta entre "buenos" y "malos", o entre "despiertos" y "borregos" (una reacción psicológica simplificadora y aclaradora ante la irritante confusión de actores e intereses que participan en el juego del mundo).

Estas teorías sin evidencia seria, desquiciadas y desquiciantes, apelan a emociones básicas (¡éxito garantizado!) como el miedo, el resentimiento hacia el poder, el odio a los diferentes (sentimiento tribal), la posesión absoluta de la verdad, etc. Nace así la "Conspiranoia". El término "conspiranoia" se define como la "tendencia a interpretar determinados acontecimientos como fruto de una conspiración". Desgraciadamente, esta definición es imprecisa; no permite diferenciarla de la legítima investigación de las conspiraciones. Aclaremos que, por supuesto, las conspiraciones, los manejos de las élites, las ocultaciones y la adulteración de la historia existen y pueden estudiarse, pero en ese caso, deben documentarse de manera seria y objetiva, y suelen ser mucho más mundanas y menos fantásticas ¡pero mucho más reales y mortíferas! que las teorías de la conspiranoia. 

Desde la psicología clínica podemos intentar una definición más rica y precisa de la "conspiranoia". Para nosotros, la conspiranoia es una especie de trastorno psicosocial -forma de paranoia social- en que se experimentan varios de estos síntomas: 

1) Creencia en conspiraciones inverosímiles, en relaciones obsesivas e ilusorias entre asuntos no relacionados en realidad.
2) Se cree que los críticos son, en realidad, parte de la conspiración.
3) Se experimenta una visión de amenaza constante, un sentimiento de ser dominados y perseguidos.
4) Se realiza una búsqueda obsesiva de confirmación de nuestras ideas previas; se selecciona sólo la información favorable (Cherry Picking) a la propia tesis conspirativa.
5) La tesis se construye con información fragmentaria, mal entendida y fuera de contexto.
6) Se actúa con fanatismo (a veces agresivo) hacia quien cuestiona o simplemente no comparte nuestras creencias.
7) Tendencias neofascistas y sectarias.
8) Se sufre incapacidad de razonar (creencia irreductible al razonamiento y la evidencia opuestos).
9) Se exhibe una mentalidad con ideas rígidas y recurrentes (una y otra vez sobre el mismo tema).
10) Sospecha permanente hacia todo y todos (personas e instituciones nos engañan siempre).
11) Se creen y consumen anuncios catastróficos.
12) Se experimenta un sentimiento de ser "despiertos", "superiores", héroes incomprendidos frente a una masa de seres inferiores, etc.

Pero ¿por qué la gente se adhiere al conspiracionismo?

En primer lugar, porque les hace sentirse bien consigo mismos (soy especial, soy rebelde o despierto, soy superior a esos "borregos", tengo la verdad) y apoyados por un grupo de referencia (los que comparten mi conspiranoia me apoyan y me ayudan a definir quién soy).

En segundo lugar, proporcionan referencias (falsas, pero eso no importa) en un mundo confuso y desorientado.

En tercer lugar, proporcionan sensación de seguridad y control (sé lo que está pasando, sé a dónde vamos, sé lo que debo hacer o votar, estaré entre los salvados, etc.).

En cuarto lugar, hacen mi anodina vida algo interesante (tengo la misión de iluminar, de despertar a los demás, soy mejor que ellos, dejo de ser un anónimo y fracasado para ser un nuevo "profeta").

En quinto lugar me indican a quién odiar, contra quién desahogarme, quiénes son los "malos" en quién proyectar mi frustración, los culpables de todos mis males (los comunistas globalistas, los masones, los anunaki, los reptilianos, el rico tal o cual, la familia millonaria X, los fabricantes de las vacunas, los responsables de los chemtrails, los que ocultan que la Tierra es plana...).

¿Los remedios ante esta epidemia psicosocial? Más educación, más divulgación científica, más fomentar el espíritu crítico (que la sociedad de consumo desea debilitar), combatir los bulos con datos y con debates más abiertos, más transparencia institucional y empresarial, más justicia social, adecuación del mensaje de las religiones y moral tradicionales a las necesidades del ser humano actual, una sociedad más fraterna, empática y menos individualista, donde nos sintamos menos solos y aislados, que nos de referencias sociales, ecológicas y espirituales, un retorno a Dios sin fronteras culturales ni exclusiones.

Para saber más: https://lacasadelasabiduria.com/obras.php

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