martes, 21 de enero de 2020

ANUNAKI ¿CREADORES DE LA HUMANIDAD?

ANUNAKI ¿CREADORES DE LA HUMANIDAD? 
Por Gabriel Wüldenmar Ortiz


       ¿Cómo surgió la humanidad? La explicación materialista convencional, pretendidamente científica, es que el hombre, como cualquier especie, es producto de una evolución ciega mediante ensayo-error. La  religiosa es que Dios creó al hombre. No tienen por qué oponerse si la religión, saneada, renuncia a un literalismo ingenuo y fundamentalista de los textos sagrados, y la ciencia admite que la evolución no es ciega sino  representa el desarrollo automático de un programa inteligente planificado. 

Sin embargo, últimamente se pretende sostener una tercera alternativa: los extraterrestres son nuestros creadores mediante técnicas genéticas. Como a favor de ésto no hay más que textos erróneamente traducidos y sacados de contexto, suposiciones, mucha fantasía y fanatismo neo-religioso (ufolatría o culto a los aliens), algunos partidarios de esta idea insisten en señalar la evidencia (correcta) de que el ADN no pudo surgir por azar, sino que es una codificación de información de origen inteligente (un ejemplo de "diseño inteligente"). Pero ¿solucionan los extraterrestres el misterio de nuestro origen? ¿Avala el diseño inteligente una intervención alienígena en la creación del hombre? 

En realidad la evidencia de diseño inteligente avala la existencia y acción de Dios, de la Mente o Consciencia Suprema, pero no la teoría de que fuimos diseñados por extraterrestres (como pretenden también algunos científicos o grupos de neognósticos ufólatras new-age). Y ello por varias razones:

1) La primera es que el diseño inteligente del ADN está demasiado difundido en toda la vida para poderse atribuir a una intervención alienígena puntual en condiciones razonables. Los misterios del ADN no se limitan al ADN de una especie concreta -por ejemplo, el ser humano-, sino que están presentes en cualquier ADN: desde las bacterias hasta el hombre, pasando por hongos, plantas, animales de todo tipo. Por tanto, el hombre no tiene nada especial al respecto y no es objeto de un diseño separado de los demás, sino que ¡la vida entera es un prodigio de diseño! El ADN de una simple bacteria ya es una evidencia del diseño inteligente. Y, por supuesto, no hay ninguna evidencia de una civilización ¡capaz de existir durante 3.800.000.000 de años!, que fue cuando surgió el ADN en nuestro mundo, y que haya tenido que estar diseñando cada especie de bacteria, cada especie de hongo, cada especie de planta, cada especie de animal y finalmente la humana. En efecto, en cada paso, aparece codificada información nueva y específica para cada especie, y dicha novedad no procede, como exigen las leyes de la información, de ninguna clase de materia. Por tanto, si atribuimos a los extraterrestres el diseño inteligente que obviamente presenta el ADN, entonces ellos tuvieron que intervenir constantemente una y otra vez en cada especie de ser vivo durante un tiempo completamente desmesurado, de lo cual no hay evidencia y resulta absurdo.

2) La segunda es que cualquier mezcla natural con genes alienígenas sería imposible (por el grado enorme de aislamiento genético, por no hablar de diferencias en el sistema reproductor), y si fuera artificial, dejaría demasiada evidencia genética detectable (que no existe).

En efecto, si dos especies de la Tierra no pueden mezclarse genéticamente con descendientes fértiles, ¿cómo lo van a hacer dos especies de mundos completamente separados con una evolución independiente? Esto es lógico, porque, con las enormes diferencias genéticas que se dan entre las especies que existen en la Tierra -y eso a pesar de que todas estamos emparentadas unas con otras de forma más o menos remota- ¿cuán diferentes seríamos de una especie inteligente (o sea, al final de la larga cadena evolutiva en su mundo, tras elegir entre innumerables caminos posibles) y sin ninguna historia genética común con la nuestra (al proceder de un medio completamente aislado de la Tierra desde el principio, como sería otro planeta a años luz de aquí)? Enormemente diferentes e incompatibles de forma natural. Así, desde el punto de vista genético, la posibilidad de que una especie alienígena sea compatible genéticamente con nosotros es tan infinitesimal que puede considerarse imposible. La posibilidad de una mezcla natural debe despreciarse.

La única posibilidad de que los extraterrestres hubieran intervenido en el ADN sería de manera artificial, mediante ingeniería genética (diseño inteligente) pero, en ese caso, necesariamente, esa intervención sería muy evidente, se detectaría muy fácilmente al ser la unión de bases genéticas muy diferentes e incompatibles de forma natural. Y ello por tres razones:

a) Si los extraterrestres hubieran intervenido en algún punto de la cadena evolutiva para mezclar (mediante ingeniería genética) sus genes con alguna clase de seres vivos terrestres, alterando el ADN, lo notaríamos claramente porque los genes de los seres vivos derivados desde ese momento de la intervención en adelante y pertenecientes a una misma línea filogenética, serían sumamente diferenciables de los del resto de seres vivos terrestres. No detectamos eso, por lo que la posibilidad artificial debe descartarse.

b) Debido al parentesco del ADN que existe entre todas las especies vivas de la Tierra, cualquier intervención artificial externa sería muy evidente. Todas las especies tenemos parentesco genético unas con otras, que es más o menos acentuado según nuestra mayor o menor proximidad filogenética y parecido (ej.: los humanos tenemos genes comunes con la cebolla, pero más con la mosca, más aun con el perro y mucho más todavía con el chimpancé), por lo que habría que suponer que los alienígenas no pudieron manipular solamente a una especie (digamos, por ejemplo, al hombre), sino a TODOS los seres vivos existentes. De lo contrario, la especie manipulada se diferenciaría notablemente de todas las demás. No detectamos eso, por lo que la posibilidad artificial debe descartarse. Así, si con el chimpancé, a pesar de que es de nuestro planeta y pariente cercano nuestro, ya hay una diferencia de más o menos el 2% ¿cuánta diferencia debería detectarse en una especie (por ejemplo, la humana) que tuviese ADN alienígena? Sería brutal, pero no ocurre.

c) La intervención alienígena debería dejar marcadas diferencias genéticas en la especie o subespecie alterada, muy probablemente macroscópicas-morfológicas. No habría razón alguna para tomarse tales molestias para insertar sólo rasgos irrelevantes (que no se notarían demasiado respecto al resto de los seres vivos). La gran diferencia del hombre con el resto de las especies radica en su mente o consciencia, y no hay evidencia de que ésta se explique por algún añadido genético extraño.  

3) Otro problema es el de la sucesión infinita. En efecto, el recurso a extraterrestres creadores no soluciona nada, porque su ADN sería tan complejo, ordenado e improbable al azar como el nuestro, pues los supuestos extraterrestres diseñadores también serían, sin duda, seres evolucionados e inteligentes. Entonces ¿quién diseñó inteligentemente el ADN de estos seres creadores? ¿Otros seres espaciales más antiguos aun? ¿Y quién diseñó el ADN de éstos? No se puede admitir una prolongación indefinida de seres creadores (en el supuesto de que exista alguno de ellos). En algún punto hemos de detenernos y admitir que una Inteligencia Increada, que llamamos Dios, realizó el diseño inteligente de la vida. Pero, en tal caso, no es preciso admitir, para explicar el ADN, una intervención extraterrestre sino una Inteligencia Suprema a nivel cósmico.

4) El cuarto problema para la tesis alienígena es que el diseño inteligente no se limita a la vida sino afecta al mismo universo, que, a partir de lo que conocemos como “condiciones iniciales de las variables fundamentales”, está finamente ajustado de muchas maneras extremadamente específicas y sincronizadas que afectan a muchas clases de variables fundamentales (es decir, de “fábrica”, no derivadas de otras) para que el universo no sea cualquiera, sino un universo compatible con (y favorecedor de) la vida. Estas condiciones, insistimos, son iniciales, es decir, se ajustaron finamente justo en el instante de la creación del propio universo, lo que significa que ninguna criatura del universo (lo que incluye a cualquier extraterrestre imaginable) pudo ser la autora de de ese diseño inteligente, sino, necesariamente, una Inteligencia Trascendente anterior al propio universo, para poder fijar sus condiciones “antes” de que éste existiera. Y esa Inteligencia debe ser inmaterial y trascendente al propio universo, pues existía sin éste para poder crearlo. Este Espíritu es lo que, tradicionalmente, llamamos Dios.

5) Como documentó el Dr. Marcos Eberlin, la inteligencia requerida para explicar la información que subyace y fundamente la vida debe ser necesariamente una Inteligencia Infinita, que es lo que siempre hemos llamado “Dios”, y ningún ser finito (como podría ser un extraterrestre o grupo de extraterrestres), por ser limitado, podría tener una inteligencia infinita (sino limitada).


Así pues, las evidencias biológicas y cósmicas de diseño inteligente no son aval para la tesis alienígena, pero sí para la trascendente. 

* Para saber más...

Sobre el misterio del origen de la vida y las evidencias de diseño: 

Sobre el enigma del origen del hombre:

Sobre el diseño a nivel cósmico:

Sobre la existencia de aliens:


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