Existen muchas menciones tempranas sobre la existencia de Jesús (los rollos del Qumram es lógico que no lo mencionen, pues son anteriores a Cristo y no tienen por qué mencionarlo): Las Actas de Pilato, Talo, Petronio, Mara bar Sarapion, Plinio, Tácito, Suetonio, Luciano, Celso (entre los textos paganos);Flavio Josefo, el Talmud (textos judíos); las cartas de Pablo de Tarso, los cuatro Evangelios y otros textos del NT (textos cristianos).
Historiadores de las religiones tan famosos y hostiles al cristianismo como Sir James Frazer, reconocen que las dudas lanzadas contra la existencia histórica de Jesús no merecen consideración; en ello coincide con el profesor de la Sorbona y detractor del cristianismo Guignebert, y con los historiadores soviéticos ateos Skarkin, Kazhdan y Neugod, que en publicaciones de 1988 en la revista oficial antirreligiosa “Ciencia y Religión” afirmaban que no puede sostenerse por más tiempo que la religión cristiana proceda de un fraude o invención sino que todo apunta a un fundador personal e histórico como generador suyo. Historiadores ateos y agnósticos como H.G. Wells,
Gerd Ludemann, Tim O'Neill, Will Durant, Antonio Piñero y Bart Ehrman reconocen la existencia
de Jesucristo; incluso el famoso ateo Richard Dawkins, que antes negaba la
existencia de Jesús, reconoció en un debate con John Lennox: “Me retracto de lo
dicho, Jesús sí existió”. La mayoría de los expertos judíos como los profesores Reinach, Hansner, Flusser, Aron y Vermes, aceptan la existencia de Jesús como personaje histórico, lo que tiene una serie de consecuencias: que ha existido realmente, que acerca de él se conocen con certeza una cierta cantidad de hechos y que ciertas palabras y hechos pueden serle atribuidos. Las pruebas de exactitud histórica, de conservación textual y de corroboración arqueológica del Nuevo Testamento son abrumadoras.
Pero ¿y en cuanto a los milagros? Realmente no sólo fueron testimoniados por sus partidarios:
1) La gente neutral (los que no eran amigos ni enemigos) sabían que Jesús hacía milagros y unos le tenían miedo por eso, incluso le pedían que se retirara de su localidad. Otros le seguían sin que le interesara su doctrina, sólo por ver si podían presenciar o beneficiarse de algún milagro.Tan cierto es esto que los evangelistas critican esta actitud de la gente, lo que prueba que realmente existía.
2) Los enemigos de Jesús no podían ni pretendían negar que Él hacía milagros; de hecho, le acusaban de hacerlos mediante poderes diabólicos, acusación que los evangelistas se molestan en refutar y que demuestra que sus enemigos sabían y no podían negar que Jesús hiciera milagros, simplemente los atribuían a un origen satánico.
3) La tradición hostil judía independiente sobre Jesús reconoce que Éste hacía milagros, y los atribuye al demonio. Se trata de una tradición genuinamente judía independiente de los Evangelios, porque cualquier judío tenía prohibido leerlos. No tiene pues nada de improbable que Josefo, como judío ilustrado, se refiera a ellos. Esto es aún más probable si consideramos que "paradoxa erga" no es una forma cristiana de referirse a los milagros de Jesús (la tradición cristiana usa otros términos, como tauma, etc.)
4) Es muy claro, desde el punto de vista de la crítica histórica, que Jesús era considerado por la gente, entre otras cosas, como un profeta. Ahora bien, todo profeta, como enviado de Dios, debía, para ser considerado como tal, hacer milagros que ratificaran su misión.
5) En tiempos de Jesús existían sanadores, exorcistas y convocadores de lluvia entre los judíos, como Hanina Ben Dosa y otros, así que nada tiene de antihistórico creer que Jesús tuviera fama de milagroso. De hecho, su misión no se entendería sin los milagros.
6) Los milagros no son una invención tardía y mitifcada. Están presentes en la primera capa de la tradición cristiana, en el propìo s. I, en la comunidad jerosolimitama que conoció personalmente a Jesús y estando vivos sus amigos y enemigos. Incluso se cree que existió una "colección de milagros" redactada a principios de los años 40 del s. I que luego se usó para componer los Evangelios. Hubiera sido imposible predicar en Jerusalén, ante todas las personas que conocieron a Jesús (amigos, neutros y enemigos) que "Jesús es el Señor" si a nadie le constasen sus milagros.
7) Los evangelista a menudo se sienten molestos por los milagros, los resumen pasan por alto muchos de ellos, etc...No es la actitud de quien está mitificando un personaje.
Para saber más:http://bit.ly/1TumbqI
http://bit.ly/1rvZwUp
http://bit.ly/1NkqoAJ
Pero ¿y en cuanto a los milagros? Realmente no sólo fueron testimoniados por sus partidarios:
1) La gente neutral (los que no eran amigos ni enemigos) sabían que Jesús hacía milagros y unos le tenían miedo por eso, incluso le pedían que se retirara de su localidad. Otros le seguían sin que le interesara su doctrina, sólo por ver si podían presenciar o beneficiarse de algún milagro.Tan cierto es esto que los evangelistas critican esta actitud de la gente, lo que prueba que realmente existía.
2) Los enemigos de Jesús no podían ni pretendían negar que Él hacía milagros; de hecho, le acusaban de hacerlos mediante poderes diabólicos, acusación que los evangelistas se molestan en refutar y que demuestra que sus enemigos sabían y no podían negar que Jesús hiciera milagros, simplemente los atribuían a un origen satánico.
3) La tradición hostil judía independiente sobre Jesús reconoce que Éste hacía milagros, y los atribuye al demonio. Se trata de una tradición genuinamente judía independiente de los Evangelios, porque cualquier judío tenía prohibido leerlos. No tiene pues nada de improbable que Josefo, como judío ilustrado, se refiera a ellos. Esto es aún más probable si consideramos que "paradoxa erga" no es una forma cristiana de referirse a los milagros de Jesús (la tradición cristiana usa otros términos, como tauma, etc.)
4) Es muy claro, desde el punto de vista de la crítica histórica, que Jesús era considerado por la gente, entre otras cosas, como un profeta. Ahora bien, todo profeta, como enviado de Dios, debía, para ser considerado como tal, hacer milagros que ratificaran su misión.
5) En tiempos de Jesús existían sanadores, exorcistas y convocadores de lluvia entre los judíos, como Hanina Ben Dosa y otros, así que nada tiene de antihistórico creer que Jesús tuviera fama de milagroso. De hecho, su misión no se entendería sin los milagros.
6) Los milagros no son una invención tardía y mitifcada. Están presentes en la primera capa de la tradición cristiana, en el propìo s. I, en la comunidad jerosolimitama que conoció personalmente a Jesús y estando vivos sus amigos y enemigos. Incluso se cree que existió una "colección de milagros" redactada a principios de los años 40 del s. I que luego se usó para componer los Evangelios. Hubiera sido imposible predicar en Jerusalén, ante todas las personas que conocieron a Jesús (amigos, neutros y enemigos) que "Jesús es el Señor" si a nadie le constasen sus milagros.
7) Los evangelista a menudo se sienten molestos por los milagros, los resumen pasan por alto muchos de ellos, etc...No es la actitud de quien está mitificando un personaje.
Para saber más:http://bit.ly/1TumbqI
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... Muy informativo ... Gracias.
ResponderEliminarTantos los hechos narrados sobre su vida en los propios Evangelios, como los relatos legados por historiadores como Flavio Josefo, Tácito o Suetonio dan evidencia de que al menos existió el hombre, en esa época.
ResponderEliminarSi a ello sumamos conocimiento bíblico sobre todo del libro de Isaias... tenemos que negar la existencia de Cristo es mentir abiertamente o proferir un embuste.
NO TENGO COMO PROBARLO A UN ESCÉPTICO, PERO JESÚS EXISTIÓ Y EXISTE.
ResponderEliminarVIVE EL CRISTO RESUCITADO.
Y LO SERES HUMANOS, DESDE LA ESPIRITUALMENTE VULNERABLE CONDICIÓN EN LAS QUE NOS SUME ESTE MUNDO Y MÁS ALLÁ DE NUESTRAS CREENCIAS, EXPRESAMOS CON NUESTRA ACTITUD Y CONDUCTA HACIA NUESTROS PRÓJIMOS, EL AMOR CON EL QUE AMAMOS A CRISTO Y A DIOS O LA SÓRDIDA FALTA DE AMOR HACIA ELLOS.