jueves, 22 de marzo de 2012

JAMES RANDI Y SU RETO A LA PARAPSICOLOGIA

JAMES RANDI Y SU RETO A LA PARAPSICOLOGIA, por Gabriel Wüldenmar Ortiz
Hablemos hoy del famoso reto que el furibundo escéptico James Randi (en la foto) usa siempre para descalificar a lo paranormal: Ofrecer 10.000 $ a quien demuestre capacidades psíquicas genuinas bajo SUS condiciones de control. Lo que Randi no dice es que él ha diseñado esas condiciones para no perder nunca. Yo puedo ofrecer lo mismo y estar seguro de que no puedo perder si mis condiciones para dar esa cantidad a quien demuestre que existe el montañismo es que el ganador sea tetrapléjico y ciego, que ascienda sólo y sin oxígeno ni equipo de montaña al Everest. Así podré conservar intacta la apuesta.

En realidad, los primeros en ofrecer un dinero que los magos escépticos no han sido capaces de cobrar, han sido los investigadores psíquicos, muchísimo tiempo antes que Randi. Así, George Montergueil ofreció 500 francos (una fortuna en su época) para el mago que lograse imitar los trucos de los dotados usando telequinesia y engañando a los periodistas escépticos comisionados por el diario L’Eclair (París, 29 de abril de 1908), jamás lo cobró nadie.

Un famoso ilusionista, J.N. Maskeline, afirmó que él sería capaz, con sus habilidades de prestidigitador, de repetir los mismos fenómenos ectoplásmicos del médium Monk. El arcediano Colley, que habia empeñado su prestigio públicamente al declarar que aquello no era un truco sino algo paranormal, lo desafió apostando una gran cantidad de dinero. Maskeline aceptó el reto y ante numerosos público, con un tribunal elegido con acuerdo por ambas partes entre personas idóneas y competentes, el mago hizo su representación de una fantasmogénesis. Pero lo que hizo el mago era tan diferente de lo que hizo Monck, que el tribunal se pronunció contra el ilusionista, que perdió el reto y el dinero (Journal de Debats, 19-10-1906 y Annales des Sciences Psychiques, 1907, p 127ss; curiosamente algunos autores modernos copiándose unos a otros sin verificar las fuentes originales, se equivocan al decir que el mago fue el ganador).
Por su parte, el Dr Carrington explica que “el mago mas notable de América” por entonces, Howard Thurston, controló personalmente y con la ayuda de su asistente las manos y los pies de Eusapia Paladino en una sesión con buena luz. El mago afirmó: “Presencié personalmente levantamientos de mesa realizados por la Sra. Paladino… y estoy completamente convencido de que los fenómenos que vi no eran debidos al fraude y no fueron ejecutados ni por sus pies, ni por sus rodillas ni por sus manos” Se comprometió a dar 1.000 dólares a una institución de caridad si probasen que Eusapia no era capaz de levantar una mesa a no ser fraudulentamente (Gonzalez Quevedo II p 136). Nadie fue capaz de lograrlo.

Lo mismo ocurrió cuando el médium Gouzik fue estudiado con resultados favorables por científicos, un antiguo prestidigitador que se ganaba la vida dando conferencias durante las cuales explicaba cómo los mediums producen los fenómenos citados utilizando para ello pañuelos de papel, anzuelos y muselina, insinuaó en la prensa que los asistentes habían sido engañados y que el médium disponía de cómplices. Como respuesta, él Instituto Metapsíquico Internacional ofreció 10.000 francos a toda persona que fuera capaz de reproducir los fenómenos alegados en las condiciones de control que existían durante las sesiones, y con todos los asistentes encadenados. Sin embargo, ni el mago ni nadie aceptó el desafío.

En abril de 1929, el investigador y prestidigitador Harry Price, tras investigar al dotado Rudi Schneider sin hallar fraude alguno en condiciones rigurosas, comentó al periodista Hannen Swaffer que daría 1.000 Libras (una fortuna por entonces) a cualquier mago que pudiera hacer lo mismo que Rudi en las mismas condiciones de control. La contra-parte, si no era capaz de hacer lo mismo en las mismas condiciones, debería pagar la misma suma a los Laboratorios Nacionales para la Investigación Psíquica. Este desafío a los magos apareció en varios periódicos británicos. Nadie trató de reclamar el premio.

En 1952, el sueco H Forwald demostró la existencia de PK y consiguió de este modo vencer el reto de los escépticos, ganando así un premio de 1000 $, una fortuna en su época. Mucho después, en 1977 y 1979, cuando una niña en cuya presencia los investigadores podían escuchar una potente y cascada voz masculina que dialogaba con ellos durante horas en un caso poltergeist, fue acusada por el ventrílocuo Alan Ray y otros escépticos de fingir la voz, el parapsicólogo de la SPR, Maurice Grosse ofreció pagar £ 1.000 a cualquier persona que pudiese duplicar la voz mediante métodos de ventrílocuo o cualquier otro truco ante jueces independientes. Nadie aceptó su desafío. En carta al Journal de SPR en 1979, Grosse se ratifica y añadía £ 500. De nuevo, ningún escéptico pudo ganar el dinero.

Con estos precedentes históricos el desafío de Randi queda en poca cosa. Ni fue idea suya, ni ha sido el único. La parapsicología, una vez más gana la partida.

(Más información en:http://lacasadelasabiduria.com/obras.php)